Han sido necesarios cuatro años para que su «cultivo» diera frutos. Pero al fin el Ayuntamiento de Berlanga dispone ya de todos los parabienes administrativos y económicos para que el Museo de la Trufa y los Hongos ocupe un lugar destacado dentro de los alicientes turísticos del municipio y quién sabe también si en el porvenir económico de esta zona del Bierzo tan ligada al carbón; entre Fabero y Toreno.
El consistorio dispone desde hace varias semanas del proyecto técnico definitivo para la ejecución de las obras, que se costearán con los fondos Miner que gestiona la Junta de Castilla y León. Y en estos momentos se ha cursado ya invitación a cuatro empresas para que presenten ofertas para poder empezar los trabajos en un horizonte que según las condiciones de la Administración autonómica para los proyectos singulares que se financian con dinero para la diversificación de las cuencas no puede ir más allá del mes de noviembre de este año.
«El Museo de la Trufa y los Hongos será un edificio singular, moderno y del siglo XXI, pero con la pretensión de estar perfectamente integrado en la trama de la localidad de Berlanga», expone en términos generales la arquitecta que ha redactado el proyecto, Sara González, entre los gestos de asentimiento y satisfacción del alcalde, César Álvarez.
El nuevo centro surgirá en el centro del pueblo de la pequeña aula que existía dedicada al castaño. A la planta actual de 250 metros se unirá una segunda, con lo que la sede museística dispondrá de casi 500 metros cuadrados en los que los visitantes podrán asistir a audiovisuales sobre los hongos, las setas y especialmente las trufas, y también a exposiciones didácticas.
El diseño contempla también una caja cerrada en el epicentro de la sala -"un cubo sensitivo-" a través de la que el público podrá percibir distintos olores evocadores de las distintas especies de hongos que existen, incluso sensaciones como la humedad o la temperatura.
Eficiencia. La inversión que se realizará ascenderá a 250.000 euros. El edificio central será una construcción energéticamente sostenible para abaratar costes de mantenimiento. Con caldera de biomasa para el sistema de calefacción y placas solares para la climatización estival y unos ventiladores que trasladarán el aire frío de los sótanos. El acceso principal al edificio se realizará a través de la planta primera, mediante un pequeña plaza. En el interior los visitantes o amantes de la trufa y sus «hermanos» disfrutarán de un completo sistema expositivo, compuesto por paneles informativos, elementos interactivos -"ordenadores o lupas-" y pantallas audiovisuales. Entre ella se espera que llame la atención la que bajo cubierta proyectará «La trufa bajo tierra».
Plantaciones y degustaciones. «Los visitantes tendrán la sensación de ser descubiertos bajo tierra por un perro buscador de trufa que hunde su hocico sobre nuestras cabezas, para encontrarnos», anticipa la arquitecta autora del diseño.
En el exterior el proyecto prevé además el acondicionamiento de una plantación de encina micrrorrizada, de 2.000 metros de superficie, dotada de un sistema de goteo, idónea para el crecimiento de la trufa. Desde colegios a aficionados a las setas hasta hipotéticos emprendedores podrán seguir de este modo demostraciones acerca de la localización de estos codiciados hongos , mediante perros buscadores de trufa y contemplar como éstas se desarrollan asociadas a las encinas micorrizadas.
También, anuncia el alcalde de Berlanga, será posible asistir a degustaciones realizadas por varios cocineros de la zona que participan en este proyecto desde sus inicios, tanto de setas, como de productos cocinados con trufas.
Texto e imagen: Diario de León
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